martes, 11 de noviembre de 2014

TAREA UNIDAD 1

Formación continua 2.0 y sus consecuencias en la educación.


Mi tarea de la unidad 1 intenta realizar un recorrido por los diferentes conceptos tratados en los diversos apartados de la unidad, en torno al tema de la revolución tecnológica y sus consecuencias en el campo educativo. 

Esta revolución trae como consecuencia  un replanteamieto de diversos aspectos, entre ellos se cuestiona el rol del profesor, su actitud ante la formación continua, y  el modelo de aprendizaje. Sobre este último estimando especialmente importante el tratamiento de la creatividad en las primeras etapas escolares (infantil y primaria),así como el aprendizaje colaborativo. 

Todo ello aplicando una visión práctica desde una perspectiva personal como maestra de primaria.


En los últimos años y con increíble rapidez hemos asistido a la llamada “revolución tecnológica” que ha supuesto cierto tambaleo en la estructura de una de las instituciones
clave de nuestra sociedad, la Escuela.

Esta revolución digital ha supuesto en el día a día de la escuela la introducción, más bien paulatina (frente al frenético crecimiento de su uso) de  una serie de herramientas que han planteado un decisivo reto al docente: adquirir competencias para el uso y aplicación de la tecnología en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Parece mentira pero en pocos años hemos pasado en muchas de nuestras escuelas de tener como máquina de reproducción, la imprenta vietnamita (imprenta de cola de pescado -para los más jóvenes-) a realizar reproducciones  con scanners. Conviven en nuestras aulas los libros de texto tradicionales con los libros digitales. El retroproyector o las diapositivas pasaron a mejor vida. En el aula disponemos de ordenadores, tablets, móviles,…

Esta introducción de la tecnología en la vida del aula ha venido acompañada de un cuestionamiento del papel del maestro como figura transmisora de conocimiento frente a la de persona que conduce el aprendizaje. Paralelamente se cuestiona qué actitud se requiere del alumno, la de ser un ser pasivo o por el contrario, un ser activo, protagonista y realizador de su propio aprendizaje. La metodología igualmente queda cuestionada: ante una que basaba su centro en la acción de enseñar, girando en torno a los contenidos, se despliega otra que tiene su centro en la acción de enseñar a aprender y  debe basar su atención en las destrezas, habilidades y creatividad del alumno.



En la escuela primaria la transmisión de contenidos impartida por una figura docente que asume un rol de experto debe dejar paso a un docente nuevo que promueva y dinamice ecosistemas de aprendizaje que desarrollen el talento del alumno.



En este proceso de crisis cobra sentido la forma de entender la sociedad moderna de Bauman. La “hipótesis (…) es que el cambio social tiene que ser un producto necesario y dinámico”.  Esta situación sería para Juan Freire según explica en su ponencia Ecosistemas de aprendizaje y tecnologías sociales, “la caida del muro”.

El cambio, tras la revolución tecnológica, se hace necesario, imprescindible, pero es cuando surge en el ámbito escolar la lucha entre el conformismo y el “gusto” por lo tradicional o la aceptación al cambio  por parte del docente.

“Una vez comprendida la relación entre la sociedad sólida (seguridad, contenidos, valores) y la sociedad líquida (movilidad, incertidumbre, relatividad de valores), el segundo paso necesario es modificar la realidad y comprender que la vía del cambio es la única posible y la única necesaria, además de ser oportuna, para evitar los conflictos sociales y mejorar las condiciones de vida”*,  … y para evitar que la escuela quede desconectada de la realidad, alejada de los intereses e inquietudes de los propios alumnos, obsoleta  (añadiría).
Este giro obligado que deben realizar las instituciones educativas, entre ellas la escuela, se conforma como decisivo en la sociedad de la información, resultante de la revolución tecnológica a la que se ha visto sometida.

Leer o escuchar a Roger Schank siempre invita a la reflexión sobre el statu quo de la escuela y de nuestros sistemas educativos, y si bien algunas de sus propuestas son hoy por hoy totalmente inviables [puedes leer algunas en la entrevista que le hizo El País plantea la necesidad de redefinir la educación en todos sus aspectos: espacios, currículos escolares, agrupación del alumnado, metodologías, formación del profesorado, integración de las tICs,…
Una de las aportaciones más interesantes de Schank apunta en la línea metodológica: según Roger no hay aprendizaje si no es través de la práctica, es decir el Learning by doing 


La adopción por parte del profesorado de nuevas metodologías como el aprender haciendo, aprendizaje por pares, etc., así como el conocimiento e introducción de las TICs en el aula, supone y conlleva una formación permanente por parte del docente.

Esta necesidad de consolidar competencias digitales nos obliga, ante la abundancia de información, a la creación de nuestra propia PLE, estableciendo nuestro personal enfoque de cómo utilizar la tecnología para enseñar y para aprender.

Para el docente, y este es mi caso, como el de tantos otros compañeros y compañeras, en la consecución de esta formación permanente, los MOOCs adquieren  especial relevancia. Inscritos dentro de un marco de aprendizaje informal, otorgan al que aprende de autonomía e iniciativa para diseñar su propio itinerario educativo,  porque entre otros aspectos:
-          no están  sujetos a  un horario “tradicional”, por lo tanto el que aprende se dosifica y organiza;
-          las personas que lo cursan y sus redes son el centro del proceso de aprendizaje,
-          fomentan el cooperativismo y el aprendizaje entre pares,
-          la tecnología es la herramienta para la transmisión de la información no siendo el fin del proceso por sí misma.

Otra de las características destacables del MOOC es el incentivo común de la inmensa mayoría, creo, de sus participantes y que consiste en no primar la obtención de un título oficial tras su realización. Por el contrario, es el impulso y la necesidad de conocer la que motiva a la participación en el mismo.

La formación permanente del docente cobra decisiva importancia para promover el cambio en las instituciones escolares. La escuela  debe promover cambios metodológicos que promuevan la creatividad como capacidad generadora en la construcción de nuevos aprendizajes. En esta nueva escuela la figura del maestro debe adquirir un rol de promotor y dinamizador del aprendizaje.






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